Más contagios y menos prevención: las infecciones de transmisión sexual, un problema de salud pública en la Región de Murcia
“¿Tu hijo ha nacido entre 1999 y 2003? Infórmate de los riesgos del VPH para varones”. Es el contenido del SMS enviado hace unos días a los móviles de ciudadanos de la Región de Murcia. Junto al escueto mensaje, un enlace dirige a los destinatarios a una página del Servicio Murciano de Salud con información relevante sobre el Virus del Papiloma Humano, una infección de transmisión sexual (ITS) prácticamente asintomática en los varones, pero que en las mujeres es el responsable de 19 de cada 20 casos de adenocarcinoma invasor de cuello uterino.
Según datos del Ministerio de Sanidad, la prevalencia del VPH en España es “alta”. Afecta ya al 14,3% de las mujeres (un porcentaje que se eleva al 29% en el caso de mujeres jóvenes entre 18 y 25 años). Por eso, las autoridades sanitarias han empezado a insistir en la importancia de la vacuna contra el VPH, que se ha demostrado altamente eficaz —sobre todo cuando se administra antes del inicio de la actividad sexual— para prevenir los tipos que causan la mayoría de los cánceres relacionados con este virus.
Qué es el VPH y por qué preocupa
El VPH se transmite principalmente por contacto sexual piel con piel (no es necesario que se produzca penetración) y también se contagia mediante el sexo oral. La mayoría de estas infecciones víricas son temporales y se resuelven sin consecuencias en un 70% de los casos, pero los tipos de VPH de alto riesgo (especialmente el 16 y el 18) pueden persistir y provocar cambios celulares que llevan, décadas después, al desarrollo de cáncer. No solo de cérvix, también de ano, vulva, vagina y algunos tipos de tumores malignos de orofaringe (garganta).
Por eso, desde la Dirección General de Salud Pública de la Región de Murcia recuerdan que detectar lesiones precancerosas a tiempo y vacunarse —hombres y mujeres— contra el VPH son las herramientas más eficaces para prevenir muchos casos de cáncer.
Laura, de 35 años, es una de esas mujeres derivadas a la consulta de Ginecología del Hospital Universitario Rafael Méndez de Lorca, después de que se le detectaran células anómalas en una prueba de Papanicolaou (citología) rutinaria realizada por su matrona de Atención Primaria. Allí, una médico especialista le extrajo nuevas muestras para la prueba de ADN del VPH, que identifica directamente el virus, y que dio positivo.
“Al principio me asusté muchísimo, pero mi ginecóloga me explicó que, con seguimiento y control, podía evitar cualquier complicación. Sé que vivo con esta especie de espada de Damocles, pero poder hablar abiertamente con una profesional me ha tranquilizado y, sobre todo, me ha dado las pautas para evitar su transmisión”, explica a elDiario.es Región de Murcia.
Pero el VPH no es un riesgo solo para las jóvenes. Esperanza Gadea, ginecóloga en el hospital Ribera de Molina de Segura, advierte de que la edad no es un parámetro seguro al hablar de ITS: “Hay un repunte de infecciones sexuales en mujeres entre los 45 y 60 años. La mayoría dejan de usar preservativo al estar en la menopausia y no preocuparles quedar embarazadas, pero siguen siendo vulnerables a las infecciones”, explica la especialista.
Un repunte claro y preocupante de las ITS
La campaña de concienciación del SMS sobre el VPH ha coincido en el tiempo con el anuncio del actor, guionista y director de cine español Eduardo Casanova de su condición de persona que vive con otro virus de transmisión sexual: el de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), responsable del desarrollo del SIDA cuando no se administra un tratamiento. La confesión de Casanova no solo ha servido para romper estigmas, también ha encendido una alarma social: a pesar de décadas de campañas y avances médicos, las infecciones de transmisión sexual (ITS) están creciendo con fuerza en toda España, también en la Región de Murcia.
Lejos de estar superadas, los datos epidemiológicos apuntan a que las ITS vuelven a ser un serio problema de salud pública, que afecta sobre todo a jóvenes, y deja al descubierto lagunas preocupantes en educación y prevención.
Según el último Boletín de Vigilancia Epidemiológica de la Región de Murcia, las tasas de ITS han aumentado de manera sostenida en los últimos años, con la gonorrea, la clamidia y la sífilis liderando el repunte. En 2024, se detectaron 792 casos de gonorrea frente a 640 del año anterior y 710 casos de clamidia frente a 617, mientras que los casos de sífilis pasaron de 168 a 285, con aumentos porcentuales que superan el 30% en muchas de estas infecciones.
Pero las cifras de ITS no solo se quedan en Murcia. En toda España, el Instituto de Salud Carlos III recoge que durante 2024 se diagnosticaron más de 93.000 casos de ITS, con un crecimiento anual del 7–10% para sífilis, clamidia y otras infecciones, y con una tendencia al alza sostenida desde 2015.
VIH y SIDA: una batalla que aún no ha terminado
Aunque en España la tasa general de nuevos diagnósticos de VIH ha descendido en la última década, en la Región de Murcia -donde se estima que unas 3.500 personas conviven con el virus— esta tendencia es más compleja. El informe más reciente del Servicio de Epidemiología regional muestra que, en 2023, se notificaron 107 nuevos casos de infección por VIH, lo que representa un incremento del 13,8% respecto al año anterior.
Según esos datos, la transmisión predominante fue sexual y afectó mayoritariamente a hombres que tienen sexo con hombres (HSH), aunque la transmisión heterosexual también representó una proporción importante.
Además, existe un problema persistente de diagnóstico tardío: casi la mitad de los nuevos diagnósticos de VIH en Murcia se detectaron en fases avanzadas, lo que dificulta el tratamiento precoz y aumenta la probabilidad de transmisión no detectada durante años.
Para el doctor Santiago Moreno, médico especialista en enfermedades infecciosas y uno de los referentes en España del estudio y tratamiento del VIH, este “ya no es una sentencia de muerte, gracias a los tratamientos antirretrovirales que permiten una carga viral indetectable —y, por tanto, intransmisible— en pacientes tratados”. Sin embargo, el aumento de casos y el diagnóstico tardío son indicadores de una educación sexual insuficiente y de la normalización del sexo sin protección.
Es lo que denuncia Antonio Serrano, presidente de Vihsibles Murcia, quien alerta de que la falta de campañas educativas y de servicios de cribado accesibles contribuyen a incrementar el problema: “No solo necesitamos pruebas gratuitas y fáciles de acceder, también es importante hablar abiertamente de sexualidad en escuelas y espacios comunitarios para derribar mitos y promover prácticas seguras”, asegura.
Paradójicamente, el secretario de Participación y responsable regional de políticas LGTBIQ+ de Podemos, Fernando Miñana, acaba de denunciar el recorte a la mitad —de 8.000 a 4.000 euros— de los fondos que recibe la asociación No Te Prives, que lleva dos décadas realizando pruebas rápidas para la detección del VIH en el municipio de Murcia en virtud a un convenio con el Ayuntamiento.
En paralelo, desde que en la Región de Murcia, gobernada por el Partido Popular, el partido ultraderechista Vox es determinante para la aprobación de los presupuestos autonómicos, en muchos centros educativos se ha impuesto el llamado veto parental —a pesar de que está suspendido cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia—, como denuncia el sindicato de trabajadoras y trabajadores de la Enseñanza en la Región Murciana (STERM).
Se trata de un permiso expreso de los progenitores para que sus hijos e hijas puedan participar en cualquier actividad complementaria organizada por personal ajeno al centro, aunque haya sido aprobada por el claustro de profesorado, el Consejo Escolar y la Inspección Educativa. Entre esas actividades se encuentran las dirigidas a detectar y erradicar el abuso sexual, el acoso escolar, la violencia de género, el racismo o la LGTBfobia y, por supuesto, también las relacionadas con la educación afectivo sexual, esencial para la prevención de ITS o embarazos no deseados.
Prevención que salva vidas
Organizaciones de salud y expertos insisten en que la educación sexual no debe ser opcional ni parcial. Porque, en ausencia de información veraz, los jóvenes recurren a contenidos pornográficos o mitos que no enseñan prácticas seguras para su salud.
También coinciden en que las pruebas de ITS como la gonorrea, la clamidia, la sífilis o el VIH, deben ser gratuitas, confidenciales y accesibles, especialmente para jóvenes y poblaciones con más riesgo. Iniciativas locales, como campañas de test rápidos de VIH y servicios comunitarios, buscan facilitar el acceso a estas pruebas en Murcia. Por eso no tiene sentido su reducción.
Las autoridades sanitarias, los profesionales de la salud y las organizaciones comunitarias coinciden en que no se trata solo de detectar y tratar infecciones, sino de transformar cómo la sociedad entiende su salud sexual. Sin educación, sin prevención y sin diálogo abierto, las cifras seguirán al alza. Y, detrás de ellas, más vidas afectadas.
El aumento sostenido de casos, la persistencia de diagnósticos tardíos y la normalización de prácticas de riesgo sin protección reflejan no solo fallos en salud pública, sino también vacíos culturales —cuando no directamente retrógrados—en torno a la sexualidad responsable.
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