El Colegio de Abogados de Bruselas rechaza investigar la traducción errónea de las palabras de Llarena
El Colegio de Abogados de Bruselas ha descartado investigar a los abogados belgas del expresident de Cataluña Carles Puigdemont por la inclusión en la demanda civil que presentaron contra el instructor de la causa del 'procés' en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, de una traducción errónea de unas palabras de este juez. La supuesta manipulación fue denunciada por el eurodiputado liberal Enrique Calvet, quien también presentó queja en el órgano colegial de Madrid contra el abogado español del grupo, Gonzalo Boye.
El Colegio de Abogados de Bruselas, en el que están colegiados dos de los abogados de Puigdemont, Michèle Hirsch y Christophe Marchand, ha concluido que no se les puede reprochar ninguna falta deontológica y considera un “error” la mala traducción de las palabras de Llarena, según consta en la respuesta a la denuncia de Calvet a la que ha tenido acceso Europa Press.
En el escrito, el presidente del Colegio de Bruselas, Michel Forges, informa al eurodiputado de que ha contactado con Hirsch y Marchand para escuchar su versión y de que tras un “atento examen” de los datos de que dispone considera que no hay dudas deontológicas.
“No tengo intención de dar más seguimiento a su queja”, ha notificado Forges, quien ha concluido que la situación denunciada se deriva “manifiestamente de un error de traducción”, que no es “personalmente imputable” a los letrados y que ha sido corregido ante el Tribunal de primera instancia encargado del caso en Bruselas.
El presidente del Colegio de Abogados, además, aclara en su respuesta que no le corresponde pronunciarse sobre “la oportunidad ni sobre el fondo” de la denuncia civil presentada contra Llarena, algo que recae en la competencia exclusiva del juzgado de primera instancia francófono de Bruselas.
La decisión del Colegio de Bruselas es recurrible en el plazo de tres meses, una posibilidad a la que ya se ha acogido el eurodiputado. Calvet ha presentado este mismo miércoles un recurso al considerar que no queda suficientemente motivada la decisión de no investigar el caso en profundidad.
Indignación en España
Además recuerda que el error de traducción no fue descubierto 'motu proprio', sino porque lo detectaron terceros y creo un “fuerte movimiento de indignación” en la opinión pública española.
Así las cosas, Calvet insiste en que el Colegio de Abogados de Bruselas examine si las reglas deontológicas de la justicia europea fueron respetadas en este caso y reclama una investigación “en profundidad”.