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'Alicante, Puerto de Salida de la Vuelta al Mundo a Vela', el último gran evento valenciano que sobrevivió a Camps y ahora al coronavirus

Embarcaciones participantes en la Volvo Ocean Race en el puerto de Alicante.

Emilio J. Salazar

Elche —

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En medio de la cancelación de eventos de todo tipo para los próximos meses con motivo de la pandemia, Alicante ciudad fía su calendario a 2021, cuando tiene previsto repetir una cita deportiva que lleva organizando desde 2007: la Vuelta al Mundo a Vela. El consejo de ministros ha dado luz verde este martes a la declaración de la anteriormente conocida como Volvo Ocean Race como “acontecimiento de excepcional interés público”, lo que se traduce en la práctica en la posibilidad de que las empresas que quieran colaborar se puedan beneficiar de exenciones fiscales (bajo las condiciones que establece el manual de marca que aprueba el consorcio que regula la operativa fiscal del evento).

Un trámite esperado tanto por el consistorio alicantino, gobernado por el PP y Ciudadanos, como por el gobierno valenciano (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem), cuyo presidente, Ximo Puig, ha celebrado “la buena noticia”. De esta forma, el Ejecutivo de Puig y Mónica Oltra confía en que este acontecimiento, previsto para octubre del año que viene, “sirva de espaldarazo a la recuperación del sector turístico”, mermado desde la crisis del coronavirus, señala la Generalitat Valenciana en un comunicado.

El Consell se acoge a las buenas cifras económicas de anteriores ediciones para venir apoyando, como hizo en la edición de 2017, una iniciativa que partidos como PSPV-PSOE o Compromís habían venido criticando en su etapa en la oposición, la de la política de grandes eventos que promovió el expresident popular Francisco Camps y que continuó su sucesor en el cargo, Alberto Fabra. Entonces estos gobiernos presumían de que estas citas deportivas no conllevaban coste alguno para los valencianos, algo que por ejemplo no ocurrió en la edición de octubre de 2014, cuando Fabra tuvo que asumir un coste de 6,7 millones de euros que fueron a parar a la organización por incumplimiento del contrato.

En aquel momento, las arcas autonómicas sufrían del asfixio de la crisis económica de 2008. Ahora, este evento deportivo llegará en un momento en el que la Generalitat prevé empezar a remontar la crisis derivada de la Covid-19. “Se espera que se celebre en plena fase de recuperación”, esgrimen desde el Consell tras recordar que la última edición de 'Alicante, puerto de salida' supuso un impacto económico cercano a los 70 millones de euros en el PIB de la Comunitat Valenciana y una generación de más de mil empleos medidos en doce meses, “además de una extraordinaria proyección mediática y promocional para Alicante”.

La relación del gobierno de Puig con el evento que heredó del PP se afianzó en diciembre de 2018, cuando renovó contrato con Ocean Race, empresa propiedad de la regata cuyo patrocinador principal había venido siendo Volvo, hasta que pasó a manos de la compañía española Atlant Sports Group. Desde aquella firma el Consell asumió la obligación de obtener un esquema fiscal para la regata. La declaración de extraordinario interés público permite a las empresas colaboradoras durante tres años, el anterior y el posterior a la regata y el año mismo de la celebración, acogerse a esas exenciones.

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