Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Salazar: el mapa de poder en el PSOE y en Moncloa que lo convirtió en impune
Así son los nuevos grupos terroristas de extrema derecha
OPINIÓN | 'La sociedad infantil y la libertad de expresión', por Enric González

El Centro Astronómico del Alto Turia, un referente mundial en el rastreo y seguimiento de asteroides

El Centro Astronómico del Alto Túria, por la noche.

0

El Centro Astronómico del Alto Turia (CAAT) situado en Aras de los Olmos y perteneciente a la Asociación Valenciana de Astronomía (AVA), se ha posicionado en el pasado mes de junio como el 3º mejor observatorio del mundo en el campo del seguimiento de asteroides potencialmente peligrosos excluyendo a los grandes programas automatizados o Big Surveys, y como el 6º mejor si los incluimos, según el organismo NEODyS. Por detrás del CAAT, en cuarto lugar, se encuentra Mauna Kea, en Hawai, que utiliza telescopios de 2,5 m de diámetro.

NEODyS es un servicio europeo patrocinado por la ESA que proporciona información actualizada sobre objetos próximos a la Tierra. Centraliza las observaciones enviadas por los distintos observatorios -tanto profesionales como amateur- y publica mensualmente un ranking de los observatorios que más han contribuido al seguimiento y caracterización de estos objetos.

En el CAAT se realiza de forma rutinaria el seguimiento de asteroides, en particular de aquellos que pueden suponer una amenaza para nuestro planeta: los conocidos como NEO (Near Earth Objects) y más concretamente los PHA (Potentially Hazardous Asteroids o Asteroides Potencialmente Peligrosos), que son los que presentan peligro real debido a su tamaño y proximidad orbital.

Un asteroide potencialmente peligroso o PHA, por sus siglas en inglés, es aquel que cumple con dos criterios principales: 1º. su tamaño debe ser de más de 140 metros de diámetro, y 2º. su proximidad a la Tierra: deben acercarse a menos de 0.05 unidades astronómicas, es decir, 1/20º de la distancia Tierra-Sol o menos de 7 millones de kilómetros de nuestro planeta. Aunque su nombre pueda sonar alarmante, “potencialmente peligroso” no significa que exista un riesgo inminente de impacto, sino que su órbita presenta ciertas características que aconsejan un monitoreo y seguimiento continuo. Y ahí es donde entran los observatorios de todo el mundo, desde la propia NASA y grandes observatorios profesionales hasta modestos observatorios amateur como el CAAT. Todas las mediciones se envían al Minor Planet Center, que es el organismo internacional encargado de recopilar todos los datos y medidas orbitales obtenidas, y con ellas se refinan las trayectorias de esos asteroides para determinar con mayor precisión el riesgo de impacto a largo plazo.

Vista aérea del Centro Astronómico del Alto Túria.

En esta clasificación de “rendimiento” de observatorios, profesionales y aficionados, en el seguimiento de asteroides peligrosos para la tierra, el CAAT ha figurado en el mes de junio como uno de los tres mejores del mundo -y en cuarta posición en julio-, rodeado de observatorios profesionales con telescopios mucho más grandes como el Catalina Sky Survey, Calar Alto o la Universidad de Hawai en Maunakea, que manejan telescopios de más de 2 m de diámetro. Por contra, en el CAAT usamos un telescopio muy modesto en términos profesionales -apenas 40 cm de diámetro-.

Existen dos rankings, uno que incluye a los Big Surveys (grandes telescopios rastreadores de asteroides) y otro que los excluye. Los Big Surveys son proyectos con grandes presupuestos que utilizan enormes telescopios que barren el cielo en busca de nuevos asteroides, siendo esa su única tarea para la que están especializados. Luego existe otro listado en el que se siguen incluyendo a los observatorios profesionales, pero se excluyen a los Big Surveys. En esas dos listas, el CAAT figura en 6º lugar y 3º lugar respectivamente en el mes de junio, y el 4º lugar en julio, lo cual nos posiciona entre los mejores observatorios del mundo, tanto a nivel amateur como profesional.

Aparecer en ese listado es el mejor reconocimiento a nuestra labor y a la calidad y profesionalidad de nuestras contribuciones, a pesar de ser aficionados y de no contar con ninguna ayuda pública ni privada de ninguna administración, y que debe hacer sentir orgullosos no solo a quienes nos dedicamos a la astronomía, sino también a toda la sociedad valenciana para la cual servimos de manera altruista ejerciendo esta labor de vigías del cosmos.

Etiquetas
stats