Cierre de campaña: fútbol, conciertos, comida, todo es política
Todo es política. El fútbol es política. Las cenas son política. La música es política. Y en la campaña electoral, es política al cuadrado. Los partidos valencianos cierran la campaña electoral para este 28M con una batería de actos, representantes estatales, cenas, conciertos y alguna fiesta posterior. Este viernes ha sido la última jornada de la campaña electoral, que precede a la de reflexión, la última oportunidad para animar a la masa de indecisos, que componen una cuarta parte de la población, al voto.
Los partidos con presencia estatal han sacado su artillería en las últimas horas de la campaña. El exsecretario general de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha acudido al cierre de la campaña de Unides Podem, en València apenas un día después de que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, apoyara la alcaldía de Joan Ribó (Compromís) en la ciudad y al candidato de Unides Podem, Héctor Illueca, en las autonómicas.
En el mitin de Unides Podem no han faltado alusiones a Antonio García Ferreras y Florentino Pérez, a razón del conflicto entre el Real Madrid y el Valencia CF por la sanción de Competencia a los del Mestalla, motivada por los cantos racistas en el estadio valenciano que la Fiscalía investiga. Las réplicas mediáticas del episodio han generado malestar en las filas valencianas, donde los dirigentes de PSPV y Compromís han reclamado al club que identifique a los ultras, a la vez que han pedido a los medios estatales que no extiendan las acusaciones de racismo al conjunto de los valencianos. “No se puede confundir a los racistas con la sociedad valenciana”, apuntaba el candidato del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Iglesias ha leído una columna de Enric Juliana en La Vanguardia, que defiende una línea similar a la manifestada por Puig, advirtiendo que en la recta final de la campaña todo se embarra; Lilith Verstrynge, secretaria de organización, ha apuntado: “Lejos del estigma de Florentino, esto no es una tierra de racismo, igual que no era una tierra de corrupción: racistas y corruptos eran ellos. València, el País Valencià, es una tierra valiente, republicana y diversa”. Los referentes de Podemos han vinculado las reflexiones sobre el racismo con las burlas a Pilar Lima en el programa El Hormiguero, que han denunciado en Fiscalía por delito de odio. La candidata a la alcaldía de València ha lamentado que “ha sido una campaña muy dura, todo lo hemos tenido en contra”.
“El racismo es una realidad de este país, de Europa, afecta a futbolistas, pero también a ciudadanos racializados que tienen problemas para encontrar una vivienda, que son maltratados en sus puestos de trabajo”, ha señalado Iglesias. Retornando al conflicto político-futbolístico y sus ecos mediáticos, Iglesias se ha preguntado: “¿Cómo es posible que unos tipos que tienen como una de sus principales estrellas a un ultraderechista como Eduardo Inda, que defendió públicamente la masacre de Melilla, se vayan a poner medallas de antirracismo?”, para después decir que Florentino “ha puesto jefe de la campaña proVinicius a un tipo que se llama Carlos Clara, que es un franquista declarado” e “invita a un nazi como Abascal al palco”. “La mafia madrileña lo controla todo”, ha sentenciado Iglesias, que de inmediato ha planteado: “¿Cuál es la única fuerza política que se ha atrevido a señalar a Florentino?”. “Los valencianos tienen la oportunidad de mandar un mensaje”, ha indicado, en referencia a la cita electoral.
A unos cientos de metros de Unides Podem celebraban su acto de cierre de campaña los populares. Con Carlos Mazón a la cabeza para la Generalitat Valenciana y Maria José Catalá para el ayuntamiento de València, el PP ha apelado al voto útil frente a Ciudadanos y Vox: “El PP es la única opción para que haya un cambio en la Comunitat y por eso hago un llamamiento a la unidad, porque no hay que dividir esfuerzos, la suma nos hace más fuertes”.
Los conservadores se han promocionado durante la campaña como el modelo de cambio frente a lo que denominan el “sanchismo”, situando a la autonomía como un trofeo electoral en el campo estatal, un anticipo de lo que esperan que llegue en las generales. El PP se ha esforzado en mantener la atención en Valencia, con numerosos actos con su presidente, Alberto Núñez Feijóo, entre ellos uno en la Plaza de Toros, su símbolo por antonomasia. En los debates y en las intervenciones públicas, los populares han empleado datos sobre Sanidad y listas de espera para cargar contra el modelo de bienestar que plantean desde el Gobierno del Botánico, cuestionando su labor.
Los socialistas valencianos que encabeza Ximo Puig han optado por seguir la línea que han llevado todo el mes: actos pequeños, municipales, sin grandes fuegos artificiales. Pese a la asistencia de ministros y otros dirigentes nacionales, el PSPV ha hecho una campaña “de plazas”, yendo comarca a comarca a explicar las propuestas del president. Ese carácter institucional ha marcado sus actos y sus mensajes, apuntando a Puig como garante de la estabilidad y promocionando su gestión. Han realizado intervenciones monográficas sobre sanidad, educación y empleo, han buscado el voto femenino y han apelado a las familias, con medidas de conciliación y un programa electoral que han convertido en un programa de Gobierno. Puig ha cerrado la campaña apelando a una “mayoría potente” y una “sólida victoria” para los socialistas para no regresar a las “peores páginas del pasado”. “Voto a voto podemos tener una sólida victoria en el Ayuntamiento de València, en la mayoría de ayuntamientos y en la Generalitat. Eso significará que después de haber recuperado la reputación, de haber levantado toda la huella terrible, ahora estamos en condiciones de relanzar un gran proyecto de futuro”, ha enunciado el president.
Compromís, que también ha recorrido todas las comarcas y ha celebrado multitud de actos descentralizados, ha clausurado la campaña como la empezó: con una cena de sobaquillo. Los valencianistas, con Joan Baldoví a la cabeza, han sumado a su campaña a fuerzas aliadas, como Más País o Sumar, con el apoyo de Yolanda Díaz a la candidatura de Joan Ribó en València. Los de Baldoví han tratado de que su partido se vea como la clave para las políticas transformadoras del Pacto del Botánico, con reivindicaciones de mejoras en infraestructuras, movilidad, servicios públicos y financiación para garantizarlos. Estas elecciones medirán el pulso de la formación sin Mónica Oltra, quien ha sido su referente en los tres últimos comicios.
Por su parte, Ciudadanos, con escasas opciones de obtener representación, ha cerrado su campaña en un acto junto a los cines Babel. El partido que dirige Mamen Peris ha apelado al voto útil de centro en unas semanas en las que ha hecho de la bajada de impuestos su bandera, cargando a diestro y siniestro contra las políticas del Pacto del Botánico y las propuestas de PP y Vox. Su candidata fue la única en reprocharle al representante de Vox de forma directa su condena por violencia psicológica contra su expareja en el debate de À Punt.
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