La Guardia Civil desaloja por la fuerza el Forn de Barraca y detiene a cuatro activistas
A primera hora de esta mañana la Guardia Civil ha empezado el desalojo por la fuerza del Forn de Barraca, el edificio centenario símbolo del movimiento de defensa de la huerta tradicional valenciana que será arrasada para la ampliación de la carretera V-21. Según fuentes de los colectivos que resisten en la zona como Per l'Horta hablan de un centenar de guardias, 25 coches de la Guardia Civil y una detenida, además de una decena de identificados.
La demolición se retoma ocho días después de que se iniciaran los primeros trabajos de derribo interior de esta alquería que data de 1906, y que ya tuvo sus primeras resistencias. Pero ahora los activistas que se han instalado en el Forn de Barraca se han hecho fuertes y la Guardia Civil ha empezado a actuar con más contundencia.
De hecho dos activistas han accedido al tejado de la barraca -asegurados con arneses- para resistir el derribo del edificio, mientras una tercera se ha encadenado en un balcón. Para retirar a estas personas de sus puestos de resistencia se ha desplazado hasta el lugar un helicóptero de la Guardia Civil y un camión de bomberos. Finalmente han sido desalojadas a las 9,25h detenidos y esposados, elevando así a 4 los detenidos en las actuaciones.
Tras el desalojo de los activistas se ha procedido al derribo de la alquería, empezando por la pared donde está pintado el mural simbólico de Diego Mir 'L'Horta és Vida', que ha puesto la imagen de la lucha contra la destrucción de este patrimonio agrario valenciano.
“Muy sintomático”
Desde Podem el diputado autonómico Ferran Martínez ha criticado la actuación urbanística afirmando que “es muy sintomático que coincida el derribo del Forn de Barrca con el día de la huelga mundial por la emergencia climática”. Así señala que es “una gran incoherencia la que están mostrando algunos partidos”, apuntando especialmente al PSOE, partido que ocupa el Gobierno de España en Funciones y que por tanto gestiona el ministerio de Fomento que ejecuta las obras.
Respecto a los activistas Martínez ha mostrado “todo el apoyo” recordando que todos los ciudadanos tienen “derecho a cualquier tipo de resistencia pacífica”. Por otro lado ha criticado que algunos de los activistas hayan sufrido contusiones, por lo que ha anunciado que presentarán iniciativas parlamentarias para saber si ha habido garantías en las medidas ejecutadas.
Finalmente el diputado en las Corts señala que “el derribo de la alquería no es un punto y final, vamos a seguir pidiendo que se paralice el proyecto” de la ampliación de la V-21.
La misma expresión “muy sintomático” por el mismo motivo ha sido la utilizada por el alcalde de València, Joan Ribó (Compromís), señalando también directamente a Fomento, dirigido en funciones por el valenciano José Luis Ábalos.