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Controles en supermercados y barricadas en carreteras para 'cazar' a quienes se saltan el confinamiento para viajar a sus segundas residencias

La Guardia Civil durante un control a la A-3, en Valencia.

Miguel Giménez

Valencia —

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Cuando están a punto de cumplirse las cuatro semanas de confinamiento domiciliario por la declaración del estado de alarma provocada por la crisis del coronavirus, que deja más de 150.000 contagiados y miles de fallecidos en España, estamos ante unas fechas complicadas por las (atípicas) fiestas de Semana Santa, con lo que ello tradicionalmente supone de desplazamientos a segundas residencias. Aunque muy reducidos por la actual situación de cuarentena, todavía se han producido traslados hacia las zonas vacacionales de la costa -no es la primera vez que sucede durante la cuarentena, el viernes posterior a la declaración del estado de alarma, Policía y Guardia Civil sancionaron a cientos de conductores en las salidas de València que intentaban trasladarse a sus segundas residencias pese a la prohibición-.

En previsión de que esto sucediera, diversos municipios valencianos, como por ejemplo en la comarca de la Marina Alta, destino habitual de visitantes procedentes de otras comunidades autónomas -principalmente de Madrid- decidieron 'blindarse' ante esta posibilidad. En otras localidades incluso se ha llegado a cortar físicamente algunas vías de acceso, como ha sucedido en Benidorm o en varios municipios del litoral castellonense, con bloques de hormigón o con montañas de tierra o rocas, como el caso de Xeraco, si bien es cierto que el Gobierno obligó a retirar las barricadas y barreras que municipios costeros colocaron para bloquear el acceso de turistas a las playas.

El concejal de Seguridad Ciudadana de Dénia, Javier Scotto, reconocía que iban a intensificar los controles de la policía (Nacional y Local) para “detectar aquellos vehículos que pretendan entrar de vacaciones”, como sucedió en la primera semana de confinamiento.

En términos similares se expresaba la alcaldesa de Santa Pola, Loreto Serrano, en declaraciones a Onda Ilicitana: “Vamos a tomar medidas, sancionando y obligando a regresar a sus casas a quienes se salten el estado de alarma, porque está prohibido”. Serrano recordaba que ya sucedió algo parecido hace unas semanas, cuando se detectó a visitantes procedentes de otros municipios paseando por la ciudad, el paseo o la playa: “Tuvimos que cerrar las playas y prácticamente todo el pueblo, y ahora no podemos bajar la guardia”.

Las autoridades han reiterado estos días mensajes disuasorios para evitar este tipo de desplazamientos. Desde la Dirección General de Tráfico se han intensificado los controles -medida que reclamó también la Comunidad de Madrid- y la consellera valenciana de Sanidad, Ana Barceló, anunció “medidas muy restrictivas y muy duras” desde el Gobierno contra los desplazados al tiempo que reivindicaba en rueda de prensa: “La Comunitat Valenciana está teniendo un comportamiento ejemplar en esta crisis y está asumiendo un gran sacrificio; nos merecemos que todo el mundo haga lo mismo, quedarse en casa”.

No residentes 'cazados'

Sin embargo, a pesar de todo, los municipios costeros valencianos han detectado estos días la presencia de personas que no son residentes habituales gracias a que hay más coches en zonas residenciales, han aumentado las compras en supermercados o se ha producido un incremento en los residuos. “No es una presencia masiva”, reconoce el alcalde de Oliva, David González, en declaraciones a EFE. Algo similar sucede en municipios como Dénia o Xàbia, donde la Policía Local ha interpuesto 70 denuncias en tres días, una quinta parte de ellas corresponden a ciudadanos procedentes de otros lugares del territorio español. La Policía Local de Alicante ha identificado estos días a vecinos de Madrid, Guadalajara, Valladolid e incluso Alemania.

Otro municipio que es refugio habitual para ciudadanos madrileños es Gandía. En una mañana se habían interpuesto 45 denuncias por saltarse el confinamiento, seis de ellas no eran vecinos del municipio. La Policía Local ha aumentado la vigilancia de las normas de confinamiento por medio de la utilización de drones y controles.

Otros ayuntamientos costeros de la comarca de la Safor, como el de Daimús, también se han quejado de la llegada de visitantes para Semana Santa. El alcalde, Javier Planes, denunciaba estos traslados hacia la playa del municipio ya desde el pasado fin de semana. Precisamente ha sido en Daimús donde ha sido detenido un joven por presumir en redes sociales de haber ido desde Madrid a Gandia con síntomas de coronavirus.

Los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de las policías locales de diversas localidades, con el objetivo de localizar a los desplazados y detectar la llegada de turistas en estas fechas han dispuesto dispositivos policiales en las proximidades de los comercios para detectar a los 'nuevos' vecinos comprobando su lugar de procedencia, principalmente en horas matutinas para 'cazar' a quienes han viajado durante la noche. Uno de esos municipios en los que se ha verificado el origen de los compradores es Peñíscola, en Castellón.

Con estos controles, según ha explicado el ayuntamiento a EFE, se persigue evitar la presencia de gente de fuera del municipio, por razones de “capacidad sanitaria”, ya que se cuentan con plazas limitadas en el norte de la provincia de Castellón. Para reforzar la vigilancia se han solicitado a la subdelegación del Gobierno efectivos de la Guardia Civil o el Ejército.

Desde otros municipios turísticos, como es el caso de Cullera, aseguran que se trata de casos aislados y no de una situación generalizada: “Se trata de casos puntuales, la mayoría de la gente está cumpliendo con el confinamiento y con la declaración del estado de alarma”, apuntaba su alcalde, Jordi Mayor, en declaraciones a eldiario.es.

La DGT no ve un “aumento significativo” de viajes

Desde la Dirección General de Tráfico han desmentido que se haya producido un “aumento significativo” de viajes, al tiempo que atribuía los atascos que se están produciendo estos días, por ejemplo, en las salidas de Madrid hacia la costa, a los controles. Así, explicaron que los desplazamientos del pasado miércoles se redujeron un 80% respecto a otras vacaciones de Semana Santa.

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