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Investigan una reunión del exconsejero Darpón con uno de los imputados por las filtraciones en las oposiciones de la Sanidad vasca

María Jesús Múgica y Jon Darpón, en el hospital de Galdakao

Iker Rioja Andueza

La juez de Vitoria Ana Jesús Zulueta ha reactivado la investigación por las filtraciones de exámenes en las oposiciones médicas del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) tras el parón estival. Y lo ha hecho mirando al exconsejero de Salud, Jon Darpón, y a la exdirectora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, ambos dimitidos. Según ha podido saber este periódico, se investigarán las reuniones de ambos con uno de los imputados, el doctor José Luis Cabriada, que fue el autor del examen teórico de su especialidad, Digestivo, en el que las cuatro mejores notas eran colegas del facultativo, bien en el hospital de Galdakao, bien en la clínica privada en la que también pasa consulta.

Consulta aquí toda la información de 'Los papeles de Osakidetza'

A instancias del sindicato LAB, la instructora ha solicitado a Galdakao, donde Cabriada es jefe del servicio de Digestivo, que “certifique el número de reuniones [...] en las que hayan coincidido Cabriada, el exconsejero Darpón, el viceconsejero [Iñaki Berraondo, aunque no lo detalla la resolución judicial] y la exdirectora general de Osakidetza Múgica”. En una providencia firmada el 13 de septiembre y notificada a las partes la pasada semana, Zulueta desea conocer si existe convocatoria de esas reuniones y algún tipo de acta.

¿Cuál es el motivo de este giro en la investigación? La gran novedad de la OPE de Osakidetza del pasado año (con plazas correspondientes a 2016-2017) es que se externalizó todo o parte del examen al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) precisamente para despojar a los miembros de los tribunales de la función de preparar las preguntas y reforzar las garantías ante posibles filtraciones. Sin embargo, el IVAP no cuenta con especialistas médicos y devolvió la pelota a Osakidetza, que fue quien propuso a los autores reales de las partes no encomendadas a los tribunales. En el caso de Digestivo, el elegido fue el doctor Cabriada, miembro del tribunal.

En su declaración como imputado del pasado mes de mayo, el acusado aportó un detalle que ha motivado la petición de LAB. Cabriada reveló que se enteró de que iba a ser el elegido para hacer el examen teórico de Digestivo porque así se lo dijeron en una reunión en su centro hospitalario Múgica, Berraondo y el propio Darpón. Es la primera vez en toda la investigación que alguien menciona al máximo responsable de la Sanidad vasca, médico él también, participando de manera directa en la gestión de las oposiciones.

Este periódico publicó la declaración de Cabriada no en el tribunal sino en la investigación interna llevada a cabo por la propia Osakidetza y que concluyó que no había pruebas de irregularidades. En ella, el doctor ya deslizó ese encuentro, pero la comisionada por el Servicio Vasco de Salud no incidió para obtener más detalles. Esta es la transcripción de esa parte de la comparecencia del ahora imputado: “Aparte de la vía oficial, también me lo encargaron personalmente. Inicialmente lo rechacé porque no me apetecía cargar con ello. [Se lo dije] Oralmente con la persona con la que hablé. Pero cuando me llegó la invitación, digamos, oficial dije que sí”.

Se da la circunstancia de que Cabriada realizó estos comentarios en su segunda declaración en la investigación interna. La primera comparecencia se produjo el lunes 10 de septiembre del año pasado. No fue muy extensa. En ella se habló especialmente de la parte práctica, ya que un análisis estadístico de las notas de una prueba de alto nivel mostraba un elevado número de exámenes perfectos o casi perfectos y un pelotón más amplio de resultados bajos, con un 80% de suspensos, indicadores que han sido tomados como posible indicio de filtraciones. Fueron dos los casos clínicos prácticos tratados y Cabriada había sido el autor de uno de ellos. Además, como vocal del tribunal, corrigió los exámenes y controló el desarrollo de la oposición. Apenas se tocó el asunto de la prueba teórica más allá de que reseñó que era “bastante fácil” aunque también hubo un número significativo de no aprobados.

Pero 24 horas después, este periódico publicó una información titulada “Nuevos datos de la OPE de Osakidetza apuntan a trato de favor en las categorías de Digestivo, Angiología y Anestesia”. En ella, se hacía referencia a que “en el caso de Digestivo, el IVAP encomendó el trabajo al doctor José Luis Cabriada, responsable de la especialidad en el hospital de Galdakao. Los aspirantes con las notas comprendidas entre la segunda y la cuarta son todos de ese centro. Asimismo, la primera de ellas, según las fuentes consultadas, comparte un centro privado con el autor de la prueba”. Así las cosas, el 13 de septiembre se volvió a citar a Cabriada. La investigadora interna admitió en su informe que se enteró por la prensa de quién fue el autor real del teórico, extremo que ocultó el aludido en su primera entrevista.

Osakidetza tendrá que entregar los primeros exámenes

Además de LAB, está personado también el sindicato ESK y la juez Zulueta, en la misma resolución, ha acordado aceptar la petición de revisar los “exámenes originales realizados por los opositores” de las tres especialidades en las que, por el momento, hay imputados, Anestesia, Angiología y también Digestivo. Se trata de analizar si entre las mejores notas hay patrones que puedan corroborar la existencia de filtraciones. Por el momento, la instructora no ha confirmado si ampliará ese requirimiento a las otras 16 especialidades señaladas como sospechosas por LAB.

Una de ellas es Traumatología. Uno de los miembros del tribunal de esa oposición, Enrique Uriarte, manifestó en la investigación interna de Osakidetza que, al corregir esos exámenes perfectos, apreció que eran como “fotocopias” los unos de los otros y que, además, “se aproximaban una barbaridad a la exposición inicial del caso” que tenían ellos como plantilla para corregir.

En su declaración, Uriarte también cuenta una “anécdota” personal sobre el carácter sistémico y generalizado de las filtraciones en las oposiciones médicas de Osakidetza, un fenómeno que va mucho más allá de su especialidad. Una de sus hijas, también facultativa, se presentó a dos exámenes de dos categorías distintas. “Por los pelos no ha aprobado ninguna de las dos. Pero no era su OPE. Es lo que había que oír”.

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