Agentes medioambientales cazan 'in fraganti' a un grupo de furtivos en Castellón
Un grupo de tres cazadores furtivos fue sorprendido el pasado domingo por agentes medioambientales mientras llevaban a cabo una “matanza” ilegal de aves en el término municipal de Borriana (Castellón). Los furtivos, que no contaban con los permisos necesarios ni se encontraban en una zona habilitada para caza, se dieron a la fuga al detectar la presencia de los agentes, abandonando en su huida diverso material, entre el que se encontraba una escopeta de caza y más de 230 cartuchos.
Los ilegales lograron escapar en un primer momento, pero posteriormente uno de ellos, el propietario de la escopeta abandonada en la huida, fue interceptado al regresar a la zona de los hechos y reconoció ser el propietario del arma, según la denuncia a la que ha tenido acceso eldiario.es. El hombre también reconoció haber estado cazando ilegalmente en la zona y haberse dado a la fuga con la llegada de los agentes, aunque afirma no conocer a los otros dos fugados.
Las autoridades habían recibido durante los últimos años informaciones que apuntaban a que por estas fechas, al inicio de la temporada de caza, grupos de furtivos llevaban a cabo matanzas ilegales de palomas torcaces en la zona. Con esos antecedentes, los agentes decidieron incrementar la vigilancia en el lugar, lo que ha culminado con la desarticulación de la zona de batida ilegal.
Los cazadores furtivos estaban perfectamente organizados y habían dispuesto un cebadero con reclamos para atraer a los animales a los cuales que muerte por diversión. Desde la Dirección Territorial de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, afirman que estos métodos están muy lejos de la caza responsable por la que abogan y exigen a la Federación de Caza de Castellón que se pronuncie en contra del furtivismo, así como dar un paso a la hora de condenar este tipo de prácticas.
“Este tipo de caza furtiva daña a todo el colectivo, es un despropósito. Matar por matar no tiene ningún sentido. La Federación de Caza debe pronunciarse, este tipo de actividades no la queremos y el colectivo sufre con la imagen que da esta gente, este no es el camino a seguir”, afirma Toni García, responsable de la Dirección Territorial.
Según el atestado al que ha podido tener acceso este diario, entre el material que los cazadores abandonaron en su huida se encontraría una escopeta de caza, nueve cajas de munición –un total de 237 proyectiles-, 140 cartuchos usados, reclamos y 41 aves abatidas de forma ilegal. Las autoridades estudian si el abandono del arma en el lugar podría suponer también un delito.
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