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El director del consorcio de museos quiere “poner orden” en una plantilla plagada por enchufados del PP

El director del Consorci Valencià de Museus, José Luis Pérez Pont

Laura Martínez

“En 21 años del Consorcio no se había hecho una relación de puestos de trabajo. Había que corregir la situación”. Así defiende José Luis Pérez Pont, director del Consorci de Museus y del Centre del Carme, la objetivización de la plantilla que quiere paralizar UGT.

Aunque asegura que todavía no les ha llegado ningún recurso y que están trabajando “con normalidad”, el director, que logró el cargo en 2016, asegura que “fue una de las primeras directrices que recibí” junto a la de adaptar los estatutos a la normativa vigente“, modificada en 2013 y 2015 y cuyas enmiendas no se han adaptado en la forma de trabajar del complejo museístico.

El Consorcio publicó en el Diari Oficial de la Generalitat el 30 de diciembre la propuesta de reestructuración del personal y una oferta de empleo público para ocho puestos de trabajo en este departamento, que no se había realizado en dos décadas. El resultado fue una plantilla configurada afín a los anteriores Gobiernos del PP, en la que figuran el jefe de gabinete de Consuelo Císcar -imputada por el caso IVAM y exsecretaria autonómica, también responsable del museo- o la esposa de uno de los letrados de les Corts con la anterior presidencia.

Esta plantilla configura que el Consorcio sea “una institución carente y atrófica”, ha definido el director, que asegura que están “poniendo orden” en la estructuración, “en las cosas que se ven y en las que no” y que trabajan “a la mayor velocidad que podemos”. Sobre la realización de la RPT, Pérez Pont señala que cuentan con la autorización de la Generalitat, que han pasado todos los filtros y que se ha realizado “correctamente”, por lo que no parece temer a una paralización cautelar si se acepta la medida del sindicato.

El líder del sindicato FSP-UGT, Gonzalo Fernández, aseguró a este diario que “no se puede consentir” que no se negocie con los sindicatos mayoritarios la relación de puestos de trabajo, aunque eso suponga la dilatación sine die de la objetivización de la plantilla.

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