“Hay que mejorar el reparto en la cadena agroalimentaria: el agricultor sólo recibe el 19% de lo que genera”
El pasado día 10 de noviembre, La Unió de Llauradors i Ramaders, con más de 7.000 asociados una de las dos principales organizaciones agrarias de la Comunitat Valenciana junto a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), elegía a Carles Peris, castellonense de 41 años, como nuevo secretario general. Peris toma el relevo de Ramón Mampel, a quien sustituye después de ocho años en el cargo tras ser elegido en el XIV congreso de la organización celebrado en Alboraia.
Entre los principales retos que se plantea la nueva dirección, compuesta por ocho hombres y una mujer con una media de 47 años de edad, está la defensa de la mejora de reparto en la cadena agroalimentaria: “actualmente, el agricultor sólo percibe el 19% de lo que genera”. Para ello, presentarán una serie de propuestas concretas a la Administración para conocer los precios en origen y al final de la cadena, “de esta forma, se evitarían los abusos”.
Esta cuestión enlaza con otra de las prioridades que Peris considera “fundamental” para “construir el futuro” de la agricultura valenciana: atraer a los jóvenes y a las mujeres. Para ello es imprescindible asegurar unos ingresos dignos y estables que contrarresten los esfuerzos que hay que realizar.
En este sentido, Peris no duda en asegurar que se puede “vivir” de la agricultura, pero para ello “hay que cambiar muchas cosas”: apostar por otro tipo de agricultura, como la ecológica; otros productos y variedades; buscar nuevos mercados; evitar los monocultivos. “Evidentemente, se pueden tener explotaciones rentables, pero es necesario innovar”.
Además, advierte del riesgo en el que se encuentra la agricultura tradicional mediterránea por culpa de los “oligopolios alimentarios”.
Legislar “desde el despacho”
El nuevo secretario general de La Unió lamenta que muchas políticas e inversiones de la Administración no funcionan. Por ello, presentarán ante la Generalitat Valenciana 170 propuestas para facilitarles el trabajo. “Ni la Unión Europea, ni el Gobierno, ni la Generalitat son capaces de escuchar al sector”, lamenta Peries, quien sostiene que las normativas que la Administración pretende aplicar “no están siendo prácticas”. El motivo, que se legisla “desde los despachos, sin tener en cuenta a agricultores y ganaderos”. “Hay que mejorar la interlocución con la Administración”, mantiene.
El peligro de la Xylella
XylellaUno de los principales riesgos a los que se enfrenta el campo valenciano es el de la Xylella fastidiosa, una bacteria que amenaza algunos cultivos que ya ha desembarcado en algunas zonas de la provincia de Alicante. “Es un problema muy serio y preocupante, porque ha venido para quedarse”, explica Peris, quien no duda en asegurar que hay que actuar contra la enfermedad. Y la Administración, apunta, debe actuar con agilidad, tanto a la hora de erradicar los especímenes afectados, “la única solución es la eliminación”, y abonando las indemnizaciones en tiempo y forma.
Así mismo, reclama de la Unión Europea y del Ministerio una mayor implicación, sobre todo en el tema de los controles aduaneros, que considera que no son eficientes, al tiempo que echa en falta una mayor coordinación: “Debemos tener claro que es una lucha de todos”.
De cara al futuro, no ve otra salida que convivir con la enfermedad y aislar los casos detectados, además de apostar por la investigación para dar con cultivos alternativos que puedan servir en las zonas afectadas: plantas aromáticas, algarrobo, trufa del desierto...
Cítricos
“Los cítricos valencianos se ven afectados por las políticas europeas”, asegura el portavoz de La Unió de Llauradors. En su opinión, la Unión Europea debería exigir las mismas condiciones a los cítricos importados que las que ellos deben cumplir para poder exportar en materias como los controles fitosanitarios o la regulación laboral en los lugares de origen: “Es un trabajo importante que hay que hacer”.
Por último, en lo que a la ganadería se refiere, la principal reivindicación se centra en la necesidad de apostar por la ganadería extensiva, que puede asegurar la supervivencia de las zonas interior y puede ser muy útil a la hora de combatir los incendios forestales. También destaca el esfuerzo que se está realizando en la inversión en modernización de las explotaciones.