Dos meses sin respuesta del Gobierno sobre la nueva evaluación ambiental de la ampliación del Puerto de València
La callada por respuesta. Es lo único que ha obtenido hasta ahora la consellera de Emergencia Climática de la Generalitat Valenciana, Mireia Mollà, desde que el pasado 2 de agosto remitiera una carta al Ministerio de Transición Ecológica que dirige la socialista Teresa Ribera, solicitando que se pronunciara sobre si la ampliación del Puerto de València requiere de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que sustituya a la de 2007, debido a las modificaciones que ha sufrido posteriormente un proyecto que es objeto de un intenso debate.
En la misiva, Mollà demana “un análisis y la solicitud de oficio de una nueva DIA”. Sin embargo, dos meses después, no ha habido respuesta por escrito, según han confirmado fuentes de la conselleria.
Quien sí se pronunció verbalmente este miércoles fue el ministro de Fomento y máximo responsable por tanto de Puertos del Estado, José Luis Ábalos, quien asistió al acto institucional del 9 d'Octubre.
Ábalos garantizó que el Gobierno “hará lo que tenga que hacer desde el punto de vista legal”, para lo que estudiará “si realmente es necesaria o no” una nueva declaración de impacto ambiental que sustituya a la “vigente” de 2007,
El ministro hizo hincapié en que “no hay declaraciones simplificadas”, ya que poner en marcha una nueva DIA significaría “años” de proceso en el caso de que “una administración ponga o no pegas”.
Además, defendió que hasta entonces su posicionamiento se basa en lograr que la ampliación del puerto “combine racional y responsablemente el crecimiento económico y la sostenibilidad, que no son incompatibles”. “Le interesa a València y a la Comunitat Valenciana”, aseveró.
La postura del ministro choca con la que defendió en el año 2007 como miembro del grupo municipal socialista con Carmen Alborch a la cabeza. Entonces, exigieron desde el Ayuntamiento de València que la ampliación se realizara en Sagunt, hasta el punto de que presentaron alegaciones contra la actual ampliación del Puerto de València.
La conveniencia de la expansión del recinto portuario por la capital valenciana ha evidenciado una fractura entre el PSPV-PSOE y Compromís, socios de Gobierno tanto en el Ayuntamiento de València como en la Generalitat Valenciana, donde además otro socio como Unides-Podem también se ha posicionado en contra de la ampliación.
De hecho, el pasado martes 8 de octubre, toda la cúpula de Compromís solicitó públicamente la paralización de la tramitación de la adjudicación del proyecto a la naviera MSC hasta que el Ministerio de Transición Ecológica se pronuncie sobre si es preceptiva una nueva DIA.
Al mismo tiempo, el portavoz socialista en las Corts Valencianes, Manolo Mata, afirmó que paralizar la ampliación del puerto y condicionarla a una nueva DIA “no es una postura adecuada”.
Para el dirigente socialista se trata de “un tema técnico, no de voluntarismo político ni de buenismo”, por lo que pidió que se sea “mesurado” y no se asuste a los posibles inversores, al tiempo que se apueste por “una ciudad sostenible, diversa, plural, que pueda crecer económicamente pero sin destrozar su medio ambiente”.
Mata recordó que las obras de abrigo del recinto se terminaron en 2012, por lo que la afección a las playas de la Malva-rosa y El Saler “es la que es” desde ese año y no hay una nueva afección.
Los cambios en el proyecto
Como ha informado eldiario.es, la actual DIA data del año 2007 y posteriormente a su aprobación el proyecto de ampliación ha sufrido cambios importantes.
En concreto, la segunda fase de las obras supondrá la eliminación de diferentes recintos ya construidos (muelle de cruceros y contradique de abrigo principalmente) y financiados en parte con 74 millones de fondos de cohesión europeos, lo que podría suponer una penalización de la Comisión Europea. Además, el actual dique de abrigo se prolongará 500 metros.
El objetivo de la modificación del proyecto es dedicar toda la ampliación norte al tráfico de contenedores, lo que implica el traslado de la terminal de cruceros de su actual emplazamiento a los astilleros de Vicente Boluda y a su vez una serie de modificaciones para ganar superficie útil.
