Psicólogos sin Fronteras concluye que las condiciones del CIE de Valencia fueron “clave” en el suicidio de un migrante

El 15 de julio de 2019, Marouane Aboubaida se suicidó en una celda de aislamiento del centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Zapadores de València. Un año después, la familia del joven marroquí de 23 años sigue esperando algún tipo de explicación a por qué Marouane murió de forma violenta bajo custodia policial en unas instalaciones que dependen del Ministerio del Interior de España.

Según denuncia la campaña por el cierre de los CIE de València “ningún responsable político ha respondido ante la ciudadanía para explicar lo sucedido”. De hecho, la única vez que han obtenido una declaración al respecto por parte del Gobierno fue a raíz de una pregunta parlamentaria realizada por el senador de Compromís Carles Mulet en la que se incidía en “el verdadero motivo” de la muerte del joven. El gobierno respondió, en septiembre del año pasado, que “no hay ninguna evidencia” de que se suicidara por las condiciones del centro de Zapadores.

No obstante, según una investigación hecha pública este miércoles, fueron precisamente “las negligencias e irregularidades” del centro las que promueven “estados de angustia, apatía y ansiedad” y que éstas “parecen tener serias repercusiones psicológicas” en las personas migrantes encerradas e incluso “constituir trato inhumano”.

El informe, realizado por el área de Migraciones de la ONGD Psicólogas y Psicólogos sin Fronteras, reconstruye paso por paso “el drama” de Marouane vivido durante la reclusión en el CIE de València a partir de estudios e investigaciones psicológicas. Enumeran hasta diez factores en la muerte del joven, desde el momento en el que le interceptan en una patera en el mar y le encierran en el CIE, hasta que se suicida con su propia camiseta.

“El triste devenir de Marouane Abouobaida no se debe achacar a un suceso puntual, sino a un cúmulo de acontecimientos ocurridos en un periodo de tiempo concreto y son precipitantes de la toma de decisión final de quitarse la vida ante la imposibilidad de encontrar una alternativa mejor”, ha explicado Joaquín Sastre, de Psicólogos sin Fronteras.

Destacan hechos “clave” como las condiciones de habitabilidad dentro del CIE, la falta de agua y de alimentos en buen estado, la sustitución de su nombre por ‘número 317’ o la brutal paliza que recibió dentro del centro por algunos de los internos en las duchas, un espacio sin cámaras. Él mismo escribió una carta al director del centro advirtiendo de los dolores que sufría en la cabeza y explicando que no podía ver por un ojo. El texto se entregó una hora antes de su muerte, según la versión del colectivo.

Este nuevo informe psicológico ha sido entregado este miércoles en la sede de Delegación del Gobierno de València junto con otro informe que recoge las principales violaciones de derechos humanos acontecidas en el centro de Zapadores. En ese segundo documento de 80 páginas, hecho público por CIEs NO hace un mes, recopilaron las “barbaridades” detectadas por el colectivo en los últimos años, entre las que se encuentran medio centenar de denuncias de internos por trato intimidatorio, degradante o racista; o el encierro de menores de edad, de personas con VIH y de hasta doce mujeres posibles víctimas de trata con sus explotadores; y como “hecho más grave” la muerte de Marouane.

A día de hoy, existe un proceso judicial abierto bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción número diez de València que investiga la muerte del joven marroquí, en la que su familia se presenta como acusación popular con el acompañamiento de Casa Marruecos y la Campaña CIEsNO. No obstante, un año después, el caso está en fase de instrucción y no se conocen más detalles por ser secreto de sumario.

Con estos dos informes la campaña denuncia de nuevo “la continua violación” de derechos humanos“ en un centro que definen como ”espacios de muerte“, y en el que concluyen que ”las condiciones de reclusión influyeron en la decisión de Marouane de quitarse la vida“. Su entrega, explican, se debe al ”silencio“ del Estado Español ante esta muerte bajo su tutela y quedan a la espera de ”alguna respuesta“ de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero.

“Le podría pasar a otra persona”

El representante de Casa Marruecos, Aït Said, ha explicado durante la presentación del informe que la organización sigue en contacto con la familia Marouane y “que no se creen la versión oficial de los hechos”. Además lamentan que “no se les haya dado apoyo para poder llevar a buen puerto el caso de su hijo, pero confían en la solidaridad de la sociedad civil española para que se haga justicia”.

Ante esta situación, desde Casa Marruecos y CIEs NO siguen firmes en su exigencia de que se haga justicia y que la causa no sea archivada, “tal como ha sucedido con las de otros jóvenes inmigrantes que han muerto dentro de los muros de un CIE en extrañas circunstancias”.

 Es por ello que reclaman que se investigue el caso y que ninguna muerte más “caiga en el olvido”. “Por Marouane y por todos los jóvenes inocentes cuyo único delito es soñar una vida mejor y ahora se encuentran en un CIE, privados de libertad. Porque migrar no es delito. Nadie va a silenciar nuestra voz hasta que se cierren definitivamente todos los CIEs”, han denunciado de unos hechos que “le podrían pasar a otra persona”.