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La deshumanización del PP de Catalá

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Después de ver cada día las burdas maniobras en el lenguaje del Partido Popular para omitir la palabra ‘genocidio’, y aún con el resultado de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas, la derecha continúa blanqueando las atrocidades inhumanas que está sufriendo la población de Palestina. El informe de la ONU ha concluido que “Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en Gaza desde el 7 de octubre de 2023”. Es decir, que llevamos todo el gobierno de María José Catalá de València en convivencia con estos ataques sin que, ni ella, ni nadie de su equipo municipal se inmuten. Es necesario recordar cómo en reiteradas ocasiones hemos propuesto proyectos y mociones que han sido votadas en contra. O cómo cada mes el Pleno municipal se llena de argumentos impasibles, huecos y mediocres, que no sólo tiran balones fuera sobre la realidad internacional que sufre la población más vulnerable, sino que ignoran deliberadamente a las asociaciones que vienen a participar. Todos tenemos la imagen de María José Catalá saliendo del hemiciclo para tuitear cuando intervenían las ONG y vecinos o, directamente, pasar a votación sin ni siquiera responder a las entidades sociales. Eran temas de cooperación, de ayuda social, de población migrante… Y es ahí donde la falsa caridad del Partido Popular se retrata.

Pero hagamos un breve resumen, sólo para comprobar la estela del más puro abandono a la Cooperación Internacional que vive la ciudad de València. Ni apoyo al terremoto de Marruecos, ni tampoco al Programa de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos. Sin olvidar las becas de Estudios para las Mujeres de Afganistán, aquellas que conseguían una oportunidad para escapar del terror y construir un camino de futuro. Un proyecto iniciado por la Universitat de València a través del Instituto de Derechos Humanos, que ya ha desaparecido para este ayuntamiento. Como también han borrado la colaboración con las dos universidades públicas en materia de ayuda internacional. Adiós a la participación paritaria en las becas Juan Castelló, y al importante apoyo a los programas de la Universidad Politécnica de València. Esta respuesta fue dirigida a las propias vicerrectoras en el último Consejo de Cooperación. Sin tapujos: No sois prioridad para este ayuntamiento, les dijeron en pocas palabras.

Como no fue prioridad la respuesta de emergencia al terremoto de Siria y Turquía, que sigue a la espera de la ayuda extraordinaria destinada a UNRWA que aprobamos en el anterior mandato. Más recientemente, en el mes de mayo, nuestra propuesta para iniciar una convocatoria extraordinaria de ayuda humanitaria destinada a Gaza y Cisjordania, en colaboración con ONGD locales con experiencia en el terreno, y priorizando la atención médica, nutricional y educativa de la población infantil… Fue rechazada.

Son capítulos de la vergüenza que comprobamos diariamente. Y es que la derecha valenciana nos lleva del Caso Blasco, donde 6 millones de euros dedicados a la cooperación nunca llegaron a su destino, al menosprecio de cualquier ayuda por parte de María José Catalá. Tristemente, hemos pasado de ser la ciudad que recibió al Aquarius y acogió a cientos de familias de la guerra de Ucrania, a tener una alcaldesa que no es capaz de condenar declaraciones de Vox para derribar el Open Arms.

Hace pocos días afirmaba la responsable de nuestra Ayuntamiento que daba igual cómo se llame a lo que ocurre en Palestina. En definitiva, no demos nombre a un genocidio que mata a miles de personas. Pero hay otro tipo de lenguaje, el no verbal, que también nos expone y queda en las hemerotecas. Ese lenguaje que ignora, mira a otro lado y sostiene a duras penas lo que en el PP de València ya pierde aguas por todas sus costuras: La humanidad.

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