El nuevo plan del Cabanyal prevé la construcción de 1.500 viviendas, la mayoría de alquiler público
Bajo la premisa de diseñar un nuevo Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar de manera colaborativa entre la Administración, los expertos en urbanismo y la ciudadanía, mañana arranca el plan de participación pública cuyo objetivo es la redacción de un documento de gestión consensuado que incluya y dé respuesta a todas las necesidades de desarrollo del barrio y de sus moradores.
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, Vicent Sarrià, ha presentado este martes el plan, que comienza con el primero de los talleres programados.
Tal como ha explicado el concejal Sarrià, el Plan Especial del Cabanyal- Canyamelar será el planeamiento que protegerá y ampliará los valores patrimoniales del barrio, sustituirá las vigentes normas transitorias y derogará definitivamente el PEPRI que planteaba la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez.
Un equipo multidisciplinar de expertos en urbanismo ha establecido los primeros criterios estratégicos que definen las determinaciones esenciales, y que será el texto que servirá como base para el trabajo participativo.
El concejal ha subrayado el carácter “prioritario” que tiene para el gobierno local la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, especialmente en aquellas de carácter estratégico, como es este caso.
A lo largo de varios meses, el equipo redactor del documento inicial ha trabajado recabando información e indicadores sobre el barrio y su coyuntura, posteriormente ha realizado un diagnóstico de la realidad actual y ha establecido un avance de líneas de acción, que son la base sobre la que trabajar con las entidades ciudadanas.
Recuperar el mar y la ciudad
El arquitecto coordinador del equipo de trabajo, Gerardo Roger, y los también arquitectos y miembros del equipo Luis Fernández y Andrea Ariza han explicado los detalles de las actuaciones. Su propuesta se asienta sobre tres acciones concretas: la transversalidad, la recuperación de la población perdida y la recuperación de las calles como espacio de convivencia.
Sobre el primer aspecto, Roger ha destacado la conexión con el mar, que durante muchos años fue elemento definidor del Cabanyal. “Su origen era el mar y la playa, que le han sido robados”, ha asegurado, y ha señalado que el documento elaborado prevé la recuperación de la conexión con el mar y también con la ciudad.
1.500 viviendas, 1.000 para alquiler público
Asimismo, se plantea la recuperación de personas residentes, dada la reducción registrada en los últimos años. Concretamente, tomando como referencia el año 1989 (aprobación del PGOU, Plan General de Ordenación Urbana), se han perdido 4.000 habitantes, que son los que el plan actual se plantea recuperar.
Y una de las formas de hacerlo será a través de la gestión de la vivienda, “huyendo de
operaciones especulativas y potenciando la sostenibilidad“, en palabras del arquitecto. Se plantean así 1.500 viviendas en unidades de ejecución, para generar tejido urbano nuevo con minisectores y también en la zona cero.
Y con el objetivo de evitar el fenómeno conocido como gentrificación (es decir, la sustitución de los habitantes tradicionales por otros de mayores recursos económicos, venidos al calor del desarrollo urbano y de las posibilidades de especulación), dos tercios de dichas viviendas (alrededor de un millar) se prevén de alquiler público.
En cuanto a las dotaciones, el documento previo incrementa los porcentajes establecidos por la legislación vigente (15 metros cuadrados de suelo por 100 construidos) hasta los 18 m2.
En total, se reservan 62.000 m2 para dotaciones públicas y, tal como han adelantado los arquitectos, en este planeamiento se hará uso por primera vez en una gran ciudad del Estado de los nuevos instrumentos jurídico-urbanísticos aprobados recientemente, que prevén que las plusvalías que se generan en las actuaciones se puedan aplicar a los proyectos de regeneración y recuperación urbanos.
Finalmente, el documento apuesta por la recuperación de las calles como espacio de convivencia y prolongación de las viviendas. Y para ello se abordan aspectos esenciales como la reserva de aparcamientos y la compatibilidad de usos, “para quitarle el protagonismo al vehículo y devolvérselo al ciudadano”.
Todas estas directrices suponen un punto de partida inicial sobre el que empezar a trabajar, de manera colectiva, con los actores sociales del barrio. Mañana miércoles, día 22, y el próximo 29, se desarrollarán dos jornadas abiertas en formato taller, que abren la fase más intensa de la participación pública.
En la primera sesión, el equipo técnico expondrá los criterios y primeros avances del Plan; y en la segunda, por mesas de trabajo, se abundará sobre las oportunidades y amenazas de dichas directrices. De manera paralela, hasta el mes de febrero se llevará a cabo una serie de 5 sesiones temáticas en torno a temas sobre los que el PEC tiene competencias.