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España enmienda la ecotasa al tráfico marítimo para evitar un desvío de rutas que lastre a los puertos de la península

Varios buques fondeados frente al puerto de València.

Carlos Navarro Castelló

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El pleno del Parlamento Europeo aprobó en septiembre de 2020 que las emisiones contaminantes del sector marítimo fueran tenidas en cuenta en el sistema europeo de comercio de derechos de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés), del que ya forman parte otros sectores de consumo energético intensivo o la aviación comercial.

El marítimo era hasta ahora el único sector europeo que no estaba comprometido con un objetivo concreto de reducción de emisiones, según recordó entonces la Eurocámara, a pesar de que en 2017 el 13% de las emisiones de efecto invernadero en la Unión Europea provenían del transporte marítimo.

La propuesta inicial de la Comisión Europea consistía en extender el régimen europeo de derechos de emisión a buques de 5.000 contenedores o más, respecto de sus emisiones de CO2 en diversos viajes. Así, se pretendía incluir el 50% de las emisiones en viajes con origen en la Unión Europea y destino en un puerto extracomunitario y viceversa, el 100% de las emisiones de viajes intracomunitarios y cabotaje y el 100% de las emisiones procedentes de buques atracados en un puerto de la Unión Europea.

Sin embargo, tal y como advirtieron desde diferentes sectores empresariales y portuarios españoles, esto puede inducir a la picaresca por parte de las compañías, en el sentido de que podrían incluir en sus rutas habituales escalas en puertos no europeos cercanos a países miembros con el objetivo de ahorrarse gran parte de la ecotasa, lo que a su vez haría perder competitividad a los puertos de la península.

Para evitar esta situación, el grupo parlamentario socialista en Bruselas ha planteado diversas enmiendas que, según fuentes socialistas, cuentan con el apoyo del PP y de la Izquierda Europea (GUE), entre otros grupos, por lo que previsiblemente serán aprobados en el pleno que se celebrará entre el 6 y el 9 de junio.

Las mismas fuentes explican que las enmiendas se plantean para dar respuesta a la preocupación de España en el paquete 'Fit for 55' sobre la fuga de carbono a puertos de terceros estados próximos al continente europeo, lo que perjudicaría a puertos como Algeciras, València y Barcelona, en competencia con Tánger y otros competidores mucho menos comprometidos con la ambición climática. Esta fuga de carbono generaría a la larga más emisiones globales y repercutiría en la competencia de los puertos españoles.

La enmienda socialista plantea que se incluya la definición de puerto de escala como “el puerto en el que un buque hace escala para cargar o descargar mercancías o para embarcar o desembarcar pasajeros; por consiguiente, a los efectos de la directiva, quedan excluidas las escalas que tengan por único objeto repostar, abastecerse, relevar a la tripulación, entrar en dique seco o efectuar reparaciones en el buque o en su equipo, las escalas en puerto porque el buque necesita asistencia o se encuentra en peligro, los transbordos entre buques efectuados fuera de los puertos, las escalas en un puerto de transbordo de un país vecino no perteneciente a la UE y las escalas que tengan por único objeto protegerse de las inclemencias del tiempo o que sean necesarias para actividades de búsqueda y salvamento”

La justificación de esta enmienda es “la creciente preocupación por los riesgos de fuga de carbono en los puertos de transbordo de la UE cercanos a puertos de transbordo de países no pertenecientes a la UE, así como en las rutas de alta mar”.

De esta forma, “al incluir una definición modificada de puerto de escala del Reglamento MRV que excluye, a efectos de esta directiva, las escalas en un puerto de transbordo de un país vecino no perteneciente a la UE, los buques no se verán incentivados a cambiar de ruta o añadir una escala en un puerto de transbordo de un país vecino no perteneciente a la UE, ya que la parte del viaje entre el puerto no perteneciente a la UE y el puerto de transbordo no perteneciente a la UE estará cubierta por la directiva (50% de las emisiones)”.

La segunda enmienda se refiere a la consideración de la rutas de alta mar como “aquellas rutas marítimas que conectan dos o más continentes y que se realizan mediante servicios regulares de más de 3.000 kilómetros de longitud en las que los buques realizan operaciones de transbordo en cualquier puerto de su ruta; dichas rutas se incorporarán a una lista y serán reconsideradas anualmente por la Comisión”.

La justificación es que la definición modificada de puerto de escala no cubrirá algunos riesgos en las rutas de alta mar. Por ejemplo, rutas con una parada en un país de la UE pero con origen y destino en un país no comunitario, una rutas que estarían incentivadas a parar en un puerto de transbordo no comunitario para evitar el coste del carbono.

La eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez Piñero ha comentado: “Es fundamental que planteemos estas enmiendas para que una medida que es positiva para el medio ambiente no acabe siendo contraproducente, puesto que hay un riesgo de fuga de carbono y de que intenten tretas para evitar la normativa europea y le queremos poner freno”. Además, ha añadido que “la medida ayudará a que los Puertos españoles con riesgo de fuga de carbono sean más competitivos”.

Satisfacción de los empresarios valencianos

Precisamente, este martes de produjo una reunión en el Parlamento Europeo entre los eurodiputados españoles y valencianos y representantes de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) en relación a “los peligros que puede llevar aparejados la propuesta de la Comisión de Transporte y Turismo (TRAN) del Parlamento Europeo para incorporar el sector marítimo al régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE UE)”.

El presidente de la CEV, Salvador Navarro, coincidió con la eurodiputada socialista Rodríguez Piñero en los posibles riesgos de fuga comercial y de carbono que entrañará esta normativa a través del desvío de barcos fuera del alcance del RCDE.

“Si no se corrige la propuesta, los buques encontrarán formas de evitarla desviando y haciendo escala en puertos vecinos para minimizar costes. Esa fuga de carbono generaría a la larga más emisiones globales y repercutiría en contra de la competitividad de los puertos españoles, entre ellos el valenciano”, aseguró.

En ese sentido, Navarro agradeció las enmiendas presentadas por el grupo parlamentario socialista y apoyó las acciones coordinadas con el Gobierno de España para evitar que los barcos pueden desviarse fuera del alcance del sistema de comercio de emisiones (ETS).

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