El Gobierno autonómico destina 34 millones a la depuradora de València, casi el doble de lo saqueado en la época del PP
La depuradora de Pinedo, que da servicio al área metropolitana de València, conocida por haber sido el epicentro uno de los mayores escándalos de corrupción durante la etapa del PP al frente de las instituciones, se someterá a una profunda renovación con el objetivo de mejorar su eficiencia energética y su funcionamiento y reducir las molestias que los vecinos del entorno llevan años padeciendo.
En concreto, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica invertirá más de 34 millones de euros en la reforma de la instalación, la más grande de la Comunitat Valenciana, que da servicio a 1,5 millones de habitantes de València y su área metropolitana.
La cantidad que ahora se destina a paliar las deficiencias de la depuradora supone casi el doble de los más de 20 millones saqueados en su día a través de la ya desparecida empresa pública Emarsa, que la gestionaba hasta que salió a la luz la trama corrupta por la que fueron condenados a prisión, entre otros, el popular Enrique Crespo, exvicepresidente de la Diputación de València y exalcalde de Manises.
La tercera fase de la depuradora de Pinedo, además, fue declarada ilegal en el año 2016 por carecer de licencia de obras y de actividad tras la denuncia interpuesta 11 años antes por los vecinos del entorno, que aseguran, llevan 40 años soportando malos olores, gases tóxicos y tráfico de lixiviados frente a sus casas.
Posteriormente, los afectados solicitaron la ejecución de la sentencia que hubiera implicado el cierre de la depuradora. En un auto del año 2019, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) declaró imposible de ejecutar el cierre de la depuradora por los “gravísimos perjuicios ambientales” que esa decisión originaría, pero acordó tramitar un nuevo incidente que permitiera adoptar “las medidas necesarias que aseguren la mayor efectividad de la ejecutoria y la fijación a favor de los ejecutantes de la indemnización que en su caso proceda”.
Dentro de esas medidas se incluye la renovación de la estación. La consellera, Mireia Mollà, junto al alcalde de València, Joan Ribó, y el gerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), Juan Ángel Conca, presentaron este lunes esta obra transversal que arrancará a principios del año que viene y que incluye una batería de mejoras que actúan en varios frentes: olores, ruidos, protección del litoral, optimización, acondicionamiento y fiabilidad de las instalaciones, y eficiencia energética.
Mollà destacó el “antes y después” de la planta con una obra responsable que viene a corregir años de deficiencia y mala gestión: “Esa historia no la podemos reescribir ahora nosotros. Lo que podemos hacer es poner el punto y final. Y es lo que pretendemos hacer con hechos, con esta licitación que comporta unas obras concretas y una adjudicación de recursos concreta”.
La inversión se desglosa en 22 millones de euros para las mejoras ambientales -13 millones de euros para incrementar la calidad del agua y nueve millones para reducir ruidos y olores-, 10 millones en materia de optimización y dos millones restantes para incrementar la eficiencia energética.
Juan Ángel Conca explicó algunos de los trabajos previstos en la EDAR más grande de la Comunitat Valenciana como el cierre de los elementos susceptibles de generar olor, la desodorización del perímetro, la instalación de pantallas fonoabsorbentes o la conexión del agua tratada en el tratamiento terciario (la de mayor nivel de desinfección) con el emisario submarino, para poder verter al mar las aguas regeneradas de mejor calidad en favor del litoral.
La reforma incluye también actuaciones para renovar los equipos por otros más eficientes, que permiten reducir el consumo eléctrico en hasta un 30%, y actualizar el sistema informático de automatización y control de la depuradora, que optimiza los diferentes procesos de depuración.
Adicionalmente, está prevista una actuación urbanística sobre los aledaños de la EDAR de Pinedo, que permitirá la integración paisajística de esta instalación a través de una zona de transición entre la depuradora y la huerta mediante la inclusión de zonas ajardinadas y la limitación de la altura de los edificios.
Aprobado este plan, quedará por dilucidar las indemnizaciones a abonar a los vecinos afectados. En septiembre de 2019, pidieron que se condene “al Ayuntamiento de Valencia, a hacer pago efectivo por daño moral la cantidad de 480.000 euros y por pérdida de valor de los inmuebles la cantidad de 468.930”, según el escrito presentado a la justicia. Desde entonces, aseguran que no han vuelto a tener noticias.
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