Barrera acusa a Urtasun de “injerencia” en la Cultura mientras Vox purga cargos, veta revistas y favorece los toros
Este lunes el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunciaba la creación de una Dirección General de Derechos Culturales que, entre otras cuestiones, velará por la interconexión entre la educación y la cultura y la libertad de expresión y adoptará una “postura firme” ante “cualquier forma de censura”. El titular de Cultura en el Gobierno de España ya calificó hace unos días como “forma moderna de censura” la cancelación de suscripciones municipales a determinadas publicaciones.
El vicepresidente valenciano de Vox y conseller de Cultura, el extorero Vicente Barrera, se ha sentido interpelado por las palabras de Urtasun y ha erigido a la Comunitat Valenciana en “dique de contención” frente a las posibles “injerencias” del ministerio, al tiempo que ha explicado que formará un frente común con otras comunidades autónomas y que se opondrá, siempre en el marco de la legalidad, a las instrucciones o medidas ministeriales que consideren que van contra la libertad y la igualdad cultural.
Barrera, en los apenas seis meses que lleva al frente de la Conselleria de Cultura, ha recibido varias acusaciones de censura. El escritor valenciano Manuel Baixauili denunció el pasado mes de septiembre que el departamento que dirige el dirigente de Vox le había cancelado un acto enmarcado en el programa 'Escriptors a les aules', organizado por la Biblioteca Valenciana, sin ninguna justificación. El autor recibió la noticia con un irónico: “Supongo que lo han hecho porque escribo en catalán/valenciano y no con el valenciano de calle”.
En noviembre, su departamento destituyó al director del Centre del Carme de Cultura Contemporània (CCCC) y gerente del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont. Su gestión al frente del Centre del Carme disparó las visitas a este espacio museístico un 90% y lo situó como uno de los diez mejores espacios culturales en España. El cese de Pérez Pont provocó una reacción entre los profesionales del sector, que se concentraron para mostrarle públicamente su apoyo y criticar las “injerencias políticas” -acusación que negó Barrera- en el despido del ya ex gestor cultural valenciano, a quien desde la Conselleria se le llegaron a atribuir irregularidades.
Presupuesto 'sin ideología'
Vox también defiende la 'libertad' en los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2024. De este modo, mientras recorta las partidas del Institut Valencià d'Art Modern, que pasa de 16 a 14,7 millones de euros; del Centre del Carme, que pierde un millón de euros y cuenta con 6,8 millones de presupuesto; el Instituto Valenciano de Conservación Restauración e Investigación (IVCR+I), al que se le restan 700.000 euros hasta quedarse con 3,7 millones; o el Institut Valencià de Cultura, que pierde 4,5 millones de euros y se queda en 53,4, la Vicepresidencia y Conselleria de Cultura apuesta por la tauromaquia al incluir los festejos taurinos en las líneas por concurrencia competitiva para la realización de actividades del departamento, que cuenta con una partida de 1,4 millones de euros.
De igual modo, se incluye una línea de subvención directa de 300.000 euros para la Fundación Toro de Lidia, afincada en Madrid, al tiempo que se elimina una partida de 100.000 euros para el Institut Ramon Llull, se veta la ayuda al Espai Fuster de Sueca, se le reducen las ayudas de 90.000 a 30.000 euros a la Fundación Bromera o recorta 140.000 euros las ayudas a la Fundació pel Llibre i la Lectura (FULL).
Censura en el ámbito municipal
El vicepresidente de Vox también respaldó públicamente a su compañero Jesús Albiol, concejal de Cultura en la localidad valenciana de Borriana, cuando decidió cancelar la suscripción municipal a una serie de publicaciones en valenciano para la biblioteca municipal: Camacuc, Cavall Fort, El Temps, Enderrock, Llengua Nacional..., algunas de ellas infantiles. Esta decisión provocó una movilmovilización vecinal como protesta esta medida. El mismo regidor censuró posteriormente libros de educación sexual de la biblioteca juvenil municipal por considerarlos “pornográficos”.
Y también en Borriana hemos visto un caso muy peculiar. El Maig di Gras, un festival de brass bands al estilo de Nueva Orleans que se celebra en Borriana cada año ha optado por renunciar a la subvención municipal y autogestionarse reduciendo presupuesto antes que reunirse con el concejal de Vox para solicitar su apoyo.
En otras localidades, donde también gobierna Vox, también se han vetado publicaciones en valenciano. En Torrent, donde se le retiró el nombre del auditorio municipal al fundador de la banda folk valenciana 'Al Tall' (Vicent Torret), también se canceló la suscripción municipal a Camacuc; mientras que en la localidad de Montserrat, la vetada por la ultraderecha fue Saó, la decana de las publicaciones en valenciano.
Y no solo cargos electos. El consejo de informativos de À Punt, la televisión pública valenciana, denunció que la hermana de Vicente Barrera, empleada de administración de Canal 9 primero y en la actualidad de À Punt, presionara a una redactora para que no se diera difusión a una noticia sobre la incompatibilidad del cargo del vicepresidente con su presencia en los consejos de hasta siete empresas.
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