Compromís y Unides Podem aprobarán la rebaja tributaria de Puig condicionada a una subida de impuestos a rentas altas en 2023
El anuncio del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de convocar un pleno extraordinario el lunes marca en el calendario los plazos para desencallar la negociación de la reforma fiscal. El presidente de la Generalitat ha comunicado en la sesión de control de este jueves que convocará el lunes un pleno extraordinario para aprobar el decreto para rebajar los impuestos a las rentas inferiores a 60.000 euros, que tendrá efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2022. El lunes se aprobará la reforma fiscal y se “avanzará” en la “progresividad” en 2023, apuntaba Puig en respuesta al PP.
El presidente de los socialistas valencianos lleva un mes negociando con sus socios de Gobierno, Compromís y Unides Podem, un decreto para rebajar la carga tributaria a las rentas medias y bajas, con especial énfasis en quienes ingresan menos de 30.000 euros al año. Para que tenga carácter retroactivo, a efectos del 1 de enero de este año como plantearon los socialistas, deberá aprobarse por decreto del Consell y entrar en vigor antes de que acabe el año.
El jefe del Consell anunció la reforma fiscal el pasado 27 de septiembre en una sesión de control, después de acordar con sus socios de Gobierno medidas para mitigar el impacto de la inflación. Compromís y Unides Podem condicionan la aprobación de esta rebaja, que implica una merma en la recaudación de 148 millones de euros, con que se suban los impuestos a las rentas altas. Sin embargo, esa condición requiere de dos normas legales y plazos distintos. La Administración puede aplicar una norma con carácter retroactivo si beneficia al afectado -los contribuyentes, en este caso-, pero no si les perjudica. Así, la subida de impuestos tendría que esperar al próximo ejercicio fiscal, mientras que la bajada puede hacerse en el que está en vigor.
Compromís y Unides Podem reclaman que la compensación se realice con la creación de tramos nuevos del IRPF autonómico (una subida a las rentas de entre 150.000 y 200.000 euros), un aumento del impuesto de patrimonio de dos puntos, hasta igualarlo con el de Extremadura y un aumento del impuesto de sucesiones. Como el IRPF funciona por tramos, la subida a las rentas de 150.000 euros se aplica a los ingresos superiores porcentualmente.
La negociación sobre la bajada de impuestos a las rentas bajas está resuelta en lo sustancial, con consenso entre los socios para reducir la carga fiscal, pero Compromís y Unides Podem prefieren cerrar un “acuerdo político” que incluya el decreto y las bases de la ley de medidas fiscales; que vaya todo en el mismo pack. Es decir: que no firmarán una bajada de impuestos para 2022 a las rentas bajas si no hay una subida en 2023 a las rentas altas que equilibre la balanza, para mantener los presupuestos expansivos y las políticas sociales.
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