Vox vuelve a romper la unidad de gobierno con el PP y tumba la regulación de la zona de bajas emisiones de València
El grupo de ultraderecha Vox vuelve a romper la unidad del gobierno municipal de València y tumba la propuesta de regulación de Zona de Bajas Emisiones. El partido vota en contra del proyecto del gobierno de María José Catalá, del que forman parte, que planteaba una regulación mínima de las restricciones, ampliamente cuestionada por su impacto. El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, explicó que esta política “de mínimos”, que debería arrancar en diciembre, es una implantación progresiva hasta cumplir los objetivos y dejará fuera a los vehículos “vinculados a la actividad económica” para “proteger de los intereses económicos y sociales de la ciudad”
En el pleno de este martes, la formación ultra ha votado junto a Compromís y PSPV para rechazar el proyecto, que apenas afectará al 8% de vehículos del parque de la ciudad a partir de 2028. En concreto, el consistorio debatía aprobar la modificación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible para incluir la zona de bajas emisiones. Lo han hecho por motivos radicalmente diferentes: Vox por estar generalmente en contra de las medidas contra el cambio climático; la izquierda, al considerarlas insuficientes. El consistorio debería ahora aprobar una ordenanza, con su periodo de exposición pública y alegaciones, y volver a llevarla al pleno. La ordenanza ha de entrar en vigor antes de finalizar este 2025 para no comprometer los más de 100 millones de euros de financiación estatal y europea que conlleva.
El portavoz de Vox València, José Gosálbez, ha recordado que estas medidas se han aprobado “siempre con el voto en contra de Vox”. “Las Zonas de Bajas Emisiones no son una casualidad, son consecuencia directa de las políticas que ha promovido Bruselas y el Congreso de los Diputados”, afirma. “La Unión Europea no obliga a una Zona de Bajas Emisiones” sino mantener la calidad del aire, señala. Los concejales ultras hablan de libertad de movimiento -que los ciudadanos se desplacen con su vehículo- y critican limitaciones a causa del “fanatismo climático”. “No va a ser Vox quien multe a los vecinos por usar su coche”, apunta Gosálbez, pese a que la propuesta defendida por el PP apenas afectaría al 8% de los vehículos a partir de 2028. La ultraderecha plantea una consulta a los vecinos sobre si quieren una Zona de Bajas Emisiones.
El PSPV, a través de la concejala María Pérez, ha reprochado a la alcaldesa que gobierne con “quienes nigan el cambio climático” y señalan que el concejal de Movilidad “se ha quedado solo”; “Sus socios de gobierno prefieren que esta ciudad pierda más de 100 millones de euros y votar en contra de la zona de bajas emisiones”. Los socialistas descartan aprobar la propuesta que emana del PP y piden una regulación “que sea efectiva”.
Los valencianistas también rechazan la propuesta descafeinada y echar una mano para salvar al PP. Compromís destaca que “Catalá gobierna con negacionistas” y “se han dedicado a hacer paripés mientras paralizaban proyectos de renaturalización que nos dieron la capitalidad verde europea”, ha indicado Giuseppe Grezzi. “Si dejan de lado a Vox”, ha enunciado, “ponemos el contador a cero” y “empezamos a negociar”, ha propuesto.
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