Carlos Mazón, de antiguo zaplanista a nuevo presidente provincial del PP de Alicante con la mirada puesta en Valencia
Paseo triunfal para Carlos Mazón. El Partido Popular de Pablo Casado apuesta por que de la reconquista de la Comunidad Valenciana comience este sábado en el auditorio ADDA donde el presidente de la Diputación de Alicante será encumbrado como líder provincial de los populares tras no encontrar rival en el proceso interno.El congreso provincial será cerrado por el propio Casado, ante la atenta mirada de su amigo personal, el secretario general Teodoro García Egea, el presidente de Murcia, Fernando López Miras o el alcalde de Madrid, José Luís Martínez-Almeida, entre otros destacados dirigentes.
Tampoco faltará a la cita la presidenta autonómica del PP Isabel Bonig, quien se ha venido deshaciendo en elogios a Mazón semanas atrás porque sabe que es un potencial rival a la dirección valenciana. “La ambición” del exdirector de la Cámara de Comercio, apuntan fuentes provinciales, “no tiene límites” y esto supone un problema para la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, cuestionada por el mismo aparato, el de la sede central del PP en la madrileña calle de Génova, que ha ungido al alicantino.
Pero para el congreso que elija la dirección del PP valenciano aún queda un año, que es el tiempo que lleva este licenciado en Derecho en la Diputación. Un tiempo suficiente para esculpir su imagen de nuevo barón provincial, pese a su pasado zaplanista y su cuestionada gestión.
En la visita que protagonizó Bonig este miércoles a la Diputación de Alicante, la líder regional recordó, a preguntas de los periodistas, que Mazón era el mejor candidato para encabezar el proyecto del PP en la provincia al argumentar: “Lleva más tiempo que yo en política”. No se equivoca. Cuando ella accedía por primera vez a la alcaldía de la Vall d'Uixó en 2007, Carlos Mazón ya había sido designado por Zaplana director general del Instituto Valenciano de la Juventud (Ivaj) ocho años atrás, y en ese 2007 ejercía de vicepresidente provincial con José Joaquín Ripoll, otro símbolo de la corrupción que el PP quiere olvidar.
Poco ha hecho Mazón en este año por despegarse de su pasado zaplanista. Todo lo contrario. Ha colocado en la Diputación de Alicante primero a Santiago Lumbreras como jefe de gabinete, exresponsable de Informativos de la extinta Ràdio 9 durante la primera etapa de Zaplana, conocido por su famosa frase: “Es el momento de limpiar este sitio de maricones y rojos”. También ha designado, en plena pandemia, a dos excargos de los populares como directivos del Consorcio Provincial de Bomberos que formaron parte delgobierno del primer presidente de la Generalitat Valenciana por el Partido Popular.
Su pasado es zaplanista y ripollista en muchos sentidos. La escenificación de poder que denota en su agenda política del día a día guarda paralelismos con la política presidencialista de José Joaquín Ripoll: visita a obras del mandato anterior y ha aumenntado un 67% el presupuesto en protocolo de presidencia en plena COVID-19.
Desde el PP defienden su gestión no solo de la pandemia, sino sobre todo de la DANA. Desde la oposición de Compromís contestan que siguen esperando una actuación tras la demora “de más de diez meses de las ayudas a los pueblos dañados”, que la respuesta al coronavirus ha sido “difusa” y poco resolutiva y que a ello hay que sumar que el gobierno de Mazón tiene el “presupuesto a medio ejecutar”.
Sin una amenaza real de que Ciudadanos cambie de cromos y despoje al PP de la Diputación a favor del PSPV-PSOE (el verdadero ganador de la noche electoral en votos) porque así lo corroboran fuentes autonómicas del partido naranja ante los tímidos conatos que surgen de manera recurrente, el paseo triunfal de Carlos Mazón por Alicante no parece que vaya a encontrar contratiempos.
Sí que va a seguir buscando la confrontación directa con el Consell, como ha demostrado con su discurso de los últimos meses, una suerte del argumentario del PP de Alicante de los años 90: reivindicación del trasvase Tajo-Segura, defensa de los conciertos sanitarios para evitar en última instancia la reversión del hospital de Torrevieja, bajada generalizada de impuestos y apuesta por el modelo turístico de Benidorm. Un discurso ya conocido para el nuevo PP que este sábado echa a andar.
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