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Trabajadores de Renfe y Adif se quejan de que la falta de inversión y personal se está “cargando” el Cercanías de Bizkaia

Un tren de Renfe en la estación de Abando, en Bilbao

Rubén Pereda

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Los comités de empresa de Adif y Renfe en Bizkaia han emitido este viernes un comunicado en el que muestran su “solidaridad” con los usuarios de la línea de Cercanías que une Bilbao con Balmaseda y Karrantza por “incidencias que suponen retrasos, supresiones, transbordos, retrocesos, socorros” que achacan a la falta de material, personal e inversiones. “Se están cargando una línea de Cercanías a la vista de todos”, protestan, en una nota en la que muestran su “hartazgo” con Renfe, Adif y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y con la política de inversiones y mantenimiento que están aplicando en esa línea.

Admiten en la nota que “el número de incidencias es de lo más extenso”, y señalan que el material, además de muy antiguo, es poco fiable. Esta reclamación, la de renovar los trenes, la vienen arrastrando desde hace años. Cuando se concentraron en la estación de Abando en octubre de 2020, en el marco de más de un mes de movilizaciones, ya denunciaban la “fatiga” de los trenes, algunos con más de treinta años de viajes, y la dificultad que ello suponía a la hora de encontrar piezas en el taller para repararlos. A la antigüedad de los trenes se suma, según denuncian, la falta de personal en varios ámbitos, como circulación, infraestructuras, señales, electrificación, conducción, gestión y talleres, entre otros. Se solidarizan, por todos estos motivos, con “el hastío y el enfado” de los usuarios. “Esperamos que no arremetan su ira contra las personas que trabajamos en la línea y que damos la cara ante la inacción y la pasividad de los responsables de los organismos y empresas implicadas en esta inaceptable situación”, suplican.

La gestión de las líneas de Cercanías está siendo precisamente objeto de negociación entre el Gobierno vasco y el central desde por lo menos comienzos de marzo, después de que se cerrara con éxito la transferencia del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a Euskadi. En Euskadi ya se gestionan parcialmente los servicios de Cercanías a través del operador autonómico Euskotren, pero Renfe sigue teniendo líneas como esta de Bilbao y otras en Donostia y también las heredadas de la extinta FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha).

“Pérdida clara de competitividad”

Los trabajadores se quejan también de que la escasez de inversiones en la línea, la C4f del núcleo de Cercanías de Bilbao, conduce a una falta de presupuesto para obras y mantenimiento, lo que deriva en “excesivas limitaciones de velocidad en todo el tramo”. En ese mismo sentido, apuntan que la puesta en marcha de ASFA Digital —un sistema que avisa al maquinista del estado de las señales según se van presentando y que detiene de manera automática el tren si va hacia una señal roja— ha dado pie a “reducciones de velocidad y un aumento de las marchas”, pues consideran que la línea “no está preparada” para contar con el sistema. “Ha terminado ocasionando una pérdida clara de competitividad del servicio”, apostillan.

Se quejan, además, de que las nuevas normas en lo tocante a los pasos a nivel sin protección ocasionan inconvenientes. “Está generando que los trenes, ante un paso a nivel averiado, no puedan franquearlo y tengan que retroceder a una estación anterior, cortando la circulación en dicho punto y teniendo que recurrir a transbordos en autobús”, explican.

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