València tiene la llave para que el Hotel Sidi Saler, en el Parque Natural de la Albufera, no pierda la concesión en dos meses

El Ayuntamiento de València tiene la llave para la reapertura del hotel Sidi Saler, el complejo de lujo ubicado en el Parque Natural de l'Albufera que lleva nueve años cerrado y dos paralizado desde que obtuvo la renovación de la concesión para uso hotelero por un plazo de 30 años, prorrogable a otros 30 más, otorgada por el Ministerio de Transición Ecológica. Sin embargo, la concesión decaería si el Consistorio no le otorgara la necesaria licencia de actividad.

Fuentes del departamento que dirige la ministra Teresa Ribera han informado a elDiario.es de que el plazo que establece la concesión renovada en 2018 para obtener la licencia de actividad que debe otorgar el Consistorio, y que permitiría recuperar su uso, es de un año prorrogable, siempre y cuando se argumente una causa justificada para solicitar la prórroga. El próximo 18 de octubre caduca la segunda prórroga concedida.

Según han detallado desde Transición Ecológica, “con fecha 3 de octubre de 2019 se recibió escrito por parte de los concesionarios solicitando una prórroga de un año para la obtención de la licencia (municipal) solicitada, justificando la existencia de justa causa”, es decir, motivos de fuerza mayor.

Dicha solicitud fue remitida por parte de la Demarcación de Costas al Ayuntamiento de Valencia y a la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana para que realizaran las aportaciones correspondientes en el ámbito de sus competencias. “Solo la Administración autonómica remitió informe de fecha 5 de diciembre de 2019 de la Direcció General de Medi Natural en el que comunicaba que no era posible pronunciarse sobre el plazo de los procedimientos ambientales necesarios para la aprobación del proyecto presentado”.

Tras el análisis de los argumentos expuestos y teniendo en cuenta que “no se manifestó oposición a la solicitud por parte de las otras Administraciones implicadas, el Ministerio consideró que los motivos alegados eran suficientes para su consideración como justa causa ante el impedimento en la obtención, en el plazo establecido, de las licencias y autorizaciones para la puesta en actividad de las instalaciones otorgadas en concesión, y mediante Orden Ministerial de 20 de febrero de 2020, concedió una prórroga de un año adicional en dicho plazo”, el cual finaliza el 18 de octubre de 2020.

Desde Transición Ecológica han explicado que, cumplido este plazo, “la falta de actividad o ausencia de dichos títulos por un periodo superior a un año llevará necesariamente a la incoación del expediente de caducidad de la concesión, a no ser que obedezca a justa causa”. Así, una vez finalizado el plazo fijado en la última prórroga (18 de octubre de 2020), si la la propiedad del hotel siguiera sin obtener la licencia de actividad que otorga el Ayuntamiento, podría solicitar otra prórroga de un año, argumentando los motivos de la misma, y el Ministerio sería quien resolvería si procede o no concederla.

Independientemente de esto, el Ayuntamiento llegado el momento deberá decidir si se cumplen las condiciones para otorgar la licencia de actividad. Fuentes municipales han informado a este diario de que ya han requerido a los propietarios del inmueble que acrediten la transmisión de la licencia (de los antiguos propietarios a los que ahora dicen serlo), algo que las mismas fuentes aseguran que aún no ha quedado acreditado.

Además, hay abierto un oficio por el cual la propiedad debe acreditar que en sus terrenos se desarrolla algún tipo de actividad relacionada con su licencia. Las mismas fuentes han comentado que el posicionamiento político del actual equipo de Gobierno es favorable al derribo de todo el inmueble para recuperar toda la zona como espacio natural.

Tal y como comprobó in situ elDiario.es, el hotel está en un estado de semi abandono, pero cuenta con un mínimo mantenimiento y con un servicio de vigilancia de seguridad para evitar actos vandálicos y desvalijamiento. Algunos de los falsos techos de los diferentes balcones de las habitaciones están desconchados y las palmeras de la zona de la piscina cuentan con un gran número de hojas secas y están sin podar.

El hotel, cerrado desde el año 2011, pasó de las manos del BBVA a las de Divarian, la firma que constituyó el fondo Cerberus junto con BBVA (tienen un 80% y un 20% de las participaciones respectivamente) tras comprar los activos inmobiliarios de este banco. En la actualidad, es Haya Real State la entidad que gestiona los activos inmobiliarios de Divarian.